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martes, 20 de enero de 2015

El precio de un imputado. Diario político y literario...T3/29

 

Artículo publicado en LA CRÓNICA DEL PAJARITO. ES  http://www.lacronicadelpajarito.es/blog/fulgenciom/2015/01/camara-precio-un-imputado

Cámara: el precio de un imputado


Miguel Ángel Cámara ha comenzado a mover fichas para presentarse de nuevo a la Alcaldía de Murcia. No debe confiar ya en su salida al Senado y ha optado por seguir tirando de la tarjeta de crédito de alcalde. Ya nos habíamos acostumbrado a ver su cara en las noticias sobre presunta corrupción, pero lo que no hemos conocido es cuánto fondo tiene su crédito. Un sector del PP está con él a beneficio de inventario; o sea, esperan que Cámara renuncie antes de ser oficialmente elegido alcaldable, para una vez comprobado su crédito, aceptar o no su herencia. Es una estrategia bien urdida por sus amigos y deudos: te apoyamos ahora, y si eres elegido candidato por el partido (lo que significa que aún te ven crédito), entonces renuncias, tú ganas (pues puedes pedir a cambio ser senador) y nosotros, a la vista de la herencia, la asumimos o negociamos su embargo con otro sector del partido que proponga otro nombre propio. 

Hay, de fondo, un temor en la camarilla a que las deudas de Cámara superen a las rentas electorales que deja. De ahí que hayan tirado para adelante con ese farol estratégico: es aún el momento, piensan; ya que todavía no se conoce sino el gris del crédito de Cámara y se está aún por conocer el rojo. 

Ya los ciudadanos estamos al cabo de la calle de estos jueguecitos caciquiles que se dan en el casino de los partidos. Es necesario que entre aire limpio, y si es preciso, la autoridad competente para detener a los habituales de la timba y en algún caso hacerles pagar a escote las consumiciones. Antes de irse, que paguen. 

Debería haber, en democracia, una auditoría exigente de todo cargo público al final de su mandato. La obligación de rendir cuentas ante el Estado no debería esperar a la presentación de una imputación; sino ser una práctica por defecto, autorregulativa. Se evitaría, de ese modo, que (dado que muchos alcaldes se escudan repitiendo en el cargo durante años) las acusaciones de presunta corrupción solo puedan recaer en el último tramo de su gestión. La prescripción de los delitos debería replantearse especialmente en los casos de gestores públicos, a la vista de la sospecha popular de que quien es pillado una vez pudo haber hecho cientos antes. Por eso, queridos niños, causa risa que un imputado alegue presunción de inocencia cuando le pillan en una, y no exija, en defensa de su honor, que se le investigue in toto. El precio de un imputado saldría, así, más caro.

Fulgencio Martínez
Profesor de Filosofía y escritor

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